Estas dos ultimas semanas he estado rotando por Infecciosas, que como bien expresó Irene Umpa Lumpa en esta entrada, es una subespecialidad no reconocida de Medicina Interna.
Os remito a la entrada que he enlazado antes, porque ahí está muy bien explicadito :)
¿Qué tipo de especialidad es? Médica, obviusly. La médica de las médicas. Primero hay que hacer Interna, y después, si te llaman las enfermedades infecciosas, profundizar en el tema y hacer todo tipo de cursos, masters y demás. Pero como ya sabéis, no está reconocida oficialmente, así que nadie puede decir que es especialista en esta materia.
¿Cuál es el paciente tipo? Bueno, las enfermedades infecciosas afectan a todos los grupos de edad, pero en mi hospital, al no ser un centro de referencia en esta materia, en general son personas mayores y de mediana edad con infecciones comunitarias o nosocomiales, personas con enfermedades venéreas, VIH y las hepatitis C. Un grupo muy reducido de casos son infecciosas raras, generalmente importadas (como un caso de meningitis por virus Toscana), y la leishmaniasis, dado que en Fuenlabrada hay un brote epidémico desde hace unos años.
Las prácticas
¿Qué hace un estudiante de medicina durante estas prácticas? Básicamente, lo que hacíamos el año pasado en Interna. Pasar planta con el adjunto y después hacer una historia clínica. Con la salvedad de que se aprovecha mucho más. El año pasado estábamos totalmente perdidos y ahora las cosas te suenan. El adjunto te exige más y te hace más preguntas.
El ritmo de la rotación ha sido extenuante tanto física como emocionalmente. Hubo días en los que nos teníamos que ir sin haber hecho la historia ni nada porque ya nos teníamos que ir a clase. Y los casos me han dejado muy tocada. Llevo un par de semanas que la mente no me deja descansar. No paro de pensar en los pacientes, en sus historias... Y lo que antes contaba con una emoción desbordada ahora no me apetece contarlo tantas veces (a mis compañeros, a mis padres, a mi novio...), porque la desgracia parece más real cada vez que lo expreso en voz alta.
Así que me llevo una sensación agridulce de estas prácticas. He hecho más historias, más exploraciones, poco a poco me manejo mejor... pero a cambio de pagar un alto coste emocional por ello.
¿Qué me ha sorprendido? Lo malita que se pone la gente. Me parece que hay que tener mucha entereza (o que te la sude todo) para ser internista. el médico pasa visita, durante 10 min ( a veces ni eso si el paciente no está muy grave), y se va. Claro, tú, como estudiante de medicina, el tiempo que pasas con el paciente o interactuando con él, es todavía menor. ¿Cómo le expresas tu preocupación, tu interés por esa persona si casi no tienes tiempo de hablar con ella? Sabes un montón de cosas de ese paciente porque has leído su historia, pero quizás él no sepa ni tu nombre. Ya tendremos tiempo de hablar con nuestros pacientes, pero sí no desarrollamos esa habilidad ahora, ¿cuándo?
¿Futura especialidad? Pues no sé, la verdad. Al entrar en la carrera dudaba entre Interna o Familia. Pero no me gustaría que el día de mañana todos mis pacientes fueran así. No me gustaría verlos tan enfermos, tan agudos... Quizás habrá que esperarse a la rotación de 6º en la que estamos en interna un mes entero...Quizás es que no hay especialidad clínica que no vea pacientes agudos.
No quiero pensar, a estas alturas de la película, que no me gusta ver gente enferma, porque ha sido entrar en cuarto y disfrutar de lo lindo (a pesar del horrible horario), pero aquí hay un dilema.
En fin, me haré oftalmóloga y ahogaré mis penas en un yate...
Las prácticas
¿Qué hace un estudiante de medicina durante estas prácticas? Básicamente, lo que hacíamos el año pasado en Interna. Pasar planta con el adjunto y después hacer una historia clínica. Con la salvedad de que se aprovecha mucho más. El año pasado estábamos totalmente perdidos y ahora las cosas te suenan. El adjunto te exige más y te hace más preguntas.
El ritmo de la rotación ha sido extenuante tanto física como emocionalmente. Hubo días en los que nos teníamos que ir sin haber hecho la historia ni nada porque ya nos teníamos que ir a clase. Y los casos me han dejado muy tocada. Llevo un par de semanas que la mente no me deja descansar. No paro de pensar en los pacientes, en sus historias... Y lo que antes contaba con una emoción desbordada ahora no me apetece contarlo tantas veces (a mis compañeros, a mis padres, a mi novio...), porque la desgracia parece más real cada vez que lo expreso en voz alta.
Así que me llevo una sensación agridulce de estas prácticas. He hecho más historias, más exploraciones, poco a poco me manejo mejor... pero a cambio de pagar un alto coste emocional por ello.
¿Qué me ha sorprendido? Lo malita que se pone la gente. Me parece que hay que tener mucha entereza (o que te la sude todo) para ser internista. el médico pasa visita, durante 10 min ( a veces ni eso si el paciente no está muy grave), y se va. Claro, tú, como estudiante de medicina, el tiempo que pasas con el paciente o interactuando con él, es todavía menor. ¿Cómo le expresas tu preocupación, tu interés por esa persona si casi no tienes tiempo de hablar con ella? Sabes un montón de cosas de ese paciente porque has leído su historia, pero quizás él no sepa ni tu nombre. Ya tendremos tiempo de hablar con nuestros pacientes, pero sí no desarrollamos esa habilidad ahora, ¿cuándo?
¿Futura especialidad? Pues no sé, la verdad. Al entrar en la carrera dudaba entre Interna o Familia. Pero no me gustaría que el día de mañana todos mis pacientes fueran así. No me gustaría verlos tan enfermos, tan agudos... Quizás habrá que esperarse a la rotación de 6º en la que estamos en interna un mes entero...Quizás es que no hay especialidad clínica que no vea pacientes agudos.
No quiero pensar, a estas alturas de la película, que no me gusta ver gente enferma, porque ha sido entrar en cuarto y disfrutar de lo lindo (a pesar del horrible horario), pero aquí hay un dilema.
En fin, me haré oftalmóloga y ahogaré mis penas en un yate...